Muchas mujeres hemos pasado alguna vez por el famoso “dolor en los pies”, esto como resultado de caminar todo el día en los zapatos equivocados (con los pies llenos de ampollas por los tacones o la molestia en los talones por unas incomodas zapatillas).

 

Por eso, me puse a la tarea de reunir algunas ventajas y desventajas de los tipos de zapatos más comunes ya que escoger el calzado correcto es una cuestión muy importante y a la que debemos invertir tiempo y dinero.

 

Así que toma nota de estos consejos para mantener siempre, una buena salud en tus pies.

 

BOTAS 

Las personas que viven en ciudades frías donde normalmente llueve mucho saben de ante mano que andar con zapatos muy bajos significa sí o sí llevar los pies mojados la mitad del día y eso no es una buena idea; por eso las botas se vuelven nuestras mejores aliadas porque son una gran opción para evitar estas situaciones y además combinan con muchos outfits.

 

– Las botas con tacón (dependiendo de la altura), pueden causar problemas de balance porque hacen que el peso de tu cuerpo se vaya hacia adelante (las puntas de tus pies); por eso, lo recomendado es un tacón de 5 cm.

 

– El material ayuda o no a que tu piel respire adecuadamente. Este calzado por lo general precisa alrededor de los tobillos ayudando a mantener el pie estable lo que disminuye el riesgo de lesiones.

 

– En el caso de las botas hasta la rodilla, el material que rodea tu pierna genera mayor balance.

 

– Las botas de lluvia que al ser de caucho, no solo son menos flexibles, te fatigas más por el esfuerzo y crean el ambiente perfecto para la formación de hongos y bacterias.

 

TACONES

– En el caso de los stilettos, estos hacen que tu peso (rodillas y caderas) se vaya al frente de tu pie causando un problema en el equilibrio que lastima tu columna y tus piernas.

 

– Las plataformas te dan un poco más de soporte y protegen la parte frontal de tus pies ya que crean un espacio más grande entre el suelo, tu planta y dedos, reduciendo el impacto.

 

FLATS 

– Son un tipo de calzado en extremo planos que no cuentan con el soporte adecuado para los arcos del pie por lo que no absorben el impacto al caminar, también son más propensos a que se nos clave algo en el pie y al ser demasiado flexibles hacen que los músculos trabajen de más.

 

TENIS

– Los tipo Converse son un poco más gruesas lo que permite que absorban el golpe y son muy cómodas incluso cuando tenemos inflamados o doloridos los pies porque son muy flexibles.

 

– Los deportivos son ideales para eso mismo (el deporte) pero también si tienes una larga caminata, ¡Ojo! no hay que atarlos demasiado fuerte porque evite que la sangre debidamente oxigenada llegue a los pies.

 

SANDALIAS

 – Como las flats; son muy planas, más abiertas y con las tiras entre los dedos hacen forzar los músculos a aferrarse y que no se nos salga de su lugar.

 

– Es importante que “el pie respire” pero esto lo expone al medio ambiente sin ningún soporte y es más probable que nos podamos lesionar (incluso el dedo pequeño).

 

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