EDUCACIÓN VIRTUAL, ¿SALVAVIDAS LABORAL?
Por: Jorge E. Borrero. A. Twitter: @jeborrero Una preocupación latente en la actualidad es el efecto que la nuevas tecnologías tendrán sobre el mercado laboral de los próximos años, muchas tareas que tan solo hace 15 años
Por: Jorge E. Borrero. A.
Twitter: @jeborrero
Una preocupación latente en la actualidad es el efecto que la nuevas tecnologías tendrán sobre el mercado laboral de los próximos años, muchas tareas que tan solo hace 15 años demandaban intervención humana han sido automatizadas, vemos casos como Uber que interrumpió por completo el mercado del transporte público dejando fuera del juego a muchos de los actores tradicionales, algunos estudios más alarmistas aseguran que cerca de la mitad de las ocupaciones actuales podrían ser reemplazadas por actores digitales.
Si bien algunos datos parecen avalar estas predicciones, por ejemplo, la Organización Internacional del Trabajo reporta un máximo de 212 Millones de desocupados, al mismo tiempo vemos que más de la tercera parte de los empresarios reportaron problemas persistentes a al momento de llenar las vacantes que necesitan por falta de candidatos calificados, teniendo en muchos casos que asumir los altísimos costos de formación que conlleva dotar a un individuo con la competencias específicas para una vacante.
¿Transmisión de información en tiempo real en el mercado laboral, sueño realizable?
Uno de los grandes avances financieros del siglo XX y principios del XXI fue la transmisión casi en tiempo real de información para la toma de decisiones de inversión en los mercados desarrollados como las bolsas de valores. Con una rapidez nunca antes vista los administradores del capital reciben la información que necesitan para tomar sus decisiones, y por efecto de demanda y oferta los ajustes de precio son más rápidos y las oportunidades de arbitraje se cierran con prontitud.
Si bien el mercado laboral probablemente jamás se ajustará con tal prontitud de ejecución, los avances en “Big Data”, conectividad y formación virtual permitirían pensar en bolsas de empleo con información completa, y acceso a la formación en las competencias más demandas. ¿Por qué no pensar que una vacante publicada también contenga contenido digital para que el aspirante pueda afianzar las competencias que requiere para aplicar con éxito, junto con las evaluaciones para probar suficiencia?, estaremos lejos de lograr una interacción global de requerimientos de empleadores para contar con información abierta, detallada y pronta sobre competencias altamente demandadas por sector, geografía, etc.?
Probablemente la mejor forma de contener los efectos adversos de la automatización es inyectar dinamismo a los mercados de trabajo, y a las actividades de formación, necesitamos comprender que las industrias ya no se pueden dar el lujo de esperar años para que un candidato adquiera competencias, esto debe suceder en meses, y el mejor vehículo para acercarse a ese punto es la formación virtual, acompañada de métodos prácticos de evaluación de suficiencia.
Oportunidad sin igual para docentes.
Tradicionalmente los docentes han sido escépticos cuando de formación digital se trata, cuestionan la calidad del conocimiento trasmitido, las consecuencias de eliminar la interacción presencial tutor-alumno o la ausencia de un ecosistema académico, si bien todas estas alertas son válidas, y la educación virtual debe atenderlas, en el fondo de la preocupación no deja de existir cierto temor a ser desplazados. La realidad es que las herramientas digitales lejos de ser una amenaza para el docente son una oportunidad, si cada docente toma conciencia que su conocimiento es un activo que puede convertir en contenido digital sobre el cual tiene derechos de propiedad, que la relación con sus alumnos se puede extender más allá del período académico, tendremos una comunidad docente participando como miembros activos en la creación de los repositorios de conocimiento globales que la humanidad requiere.
La actividad de creación de contenido no es exclusiva de docentes, cualquier individuo con un conocimiento particular podrá convertirse en aportante, y contando con información clara sobre competencias en alta demanda, los repositorios de conocimiento se convertirán en cuerpos “vivos” que se ajustan a los requerimientos de la población.