Un asunto muy importante mientras corremos es la respiración. Correr no solo involucra las piernas y los pies, tampoco hace referencia al movimiento de piernas y músculos ejercitados en esta actividad, también se trata de la forma correcta de respirar y de llevar una oxigenación en el cuerpo de manera adecuada.

Los mismos atletas lo afirman, la manera inadecuada de respirar de un corredor puede afectar su rendimiento físico, aquellos que lo hacen de manera acertada obtienen más resistencia y son competidores más fuertes.

Ritmo de la respiración:

Algunas veces sobre todo en carreras largas, el competidor puede perder su ritmo de respiración. Posiblemente puede suceder si existe alguna desconcentración en la regulación de la respiración.

Una técnica muy utilizada es realizar una sincronización entre cada paso y la respiración, como lo hacen los nadadores cuando respiran cada tercer brazada.

fuente: onfit.ru

Los corredores que logran llegar a esta sincronización, pueden funcionar constantemente, con un ritmo estable y eficiente. Esta concentración también puede ayudar a enfocarse más en la carrera y a dejar los dolores y la sensación de fatiga a un lado, síntomas que ocurren frecuentemente en una carrera de larga duración.

Una técnica también muy utilizada y muy eficiente es la respiración profunda, la cual tiene grandes ventajas si se llega a practicar correctamente. Esto ayuda a que el corredor se sienta más a gusto y con más energía para mantener su rendimiento estable y no quedarse en medio de la competición.

Se aconseja correr con los músculos relajados y no tensionados como la mayoría de las personas hacen, aprietan los puños y levantan los hombros, algo que puede causar fatiga muscular y molestias durante la práctica.

Lo más importante es la respiración profunda, exhalando todo el aire después y moviendo los brazos liberando la tensión de los mismos, abriendo y cerrando las manos para liberar tensiones.