Uno de los métodos más conocidos para perder peso de forma “efectiva” son las dietas que prometen resultados sumamente rápidos. Cuando una mujer o un hombre empieza una dieta (seguramente se súper compromete) para bajar de peso inmediatamente; pero lo más seguro es que llegue a un punto de frustración por no ver esos efectos pronto.

Es por eso que siempre será lo mejor llevar un buen plan de alimentación cuyos resultados van a tardar un poco más pero durarán por más tiempo; ya que verse bien es una cuestión de constancia y de adoptar hábitos saludables.

Si ya eres amante de hacer dietas, seguramente conoces o has vivido alguno de estos hechos frustrantes:

– Aburrirte:

Una dieta puede llegar muy específica con qué alimentos puedes comer y en qué cantidad, así que lo más probable es que te aburras de comer siempre lo mismo; por eso te recomiendo que te involucres preparando recetas deliciosas y nutritivas para no caer en la rutina.

– Dejar de comer lo que te gusta:

Va muy de la mano con el punto anterior… Es más difícil seguir el régimen en el cual no puedas comer nada de lo que te gusta y es ahí cuando lo piensas dos veces ¿verdad? Lo mejor en estos casos (si sigues una dieta) es que aprendas a planificar tus comidas para que te sea más fácil primero incorporar todos los grupos de alimentos sin privarte de comer tus platos favoritos pero con moderación.

– Obsesionarte:

Y este punto es muy engañoso y peor aún el más peligroso. Cosas como “estar delgada (o) es lo más saludable” suele ser un error que genera una distorsión del pensamiento y del cuerpo que sueles tener con el que quieres conseguir.  Lo más importante es que te concentres en ti sin abusar de estos métodos, recuerda que cada cuerpo es un mundo totalmente diferente y lo que si bien le puede funcionar a alguien más, puede no ser lo más saludable para tu organismo.

– Pérdida de peso lenta:

Por muy atractiva que se vea al principio, no significa que los cambios se vean de un día para otro; entonces este es otro hecho para que gran parte de las personas se lleguen a desesperar, pierdan en objetivo, la motivación y por último se resignen con la dieta.

Cuando el cuerpo empiece a asimilar los cambios en la alimentación y los nuevos hábitos de ejercicio, ahí podrás notar como bajas de peso de forma progresiva… Todo es un proceso.

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