Traer un animal a vivir a casa no tiene por qué significar necesariamente que es comprado, ni a un particular ni en una tienda de animales. A veces puede parecer la manera más fácil, pero no es la más conveniente. Existen alternativas más compasivas, solidarias y respetuosas con los animales. Respecto a perros y gatos que son los compañeros y compañeras más usuales

Los perros y gatos que venden en las tiendas vienen de criaderos o instalaciones de crianza de alto tráfico, donde los animales son mantenidos encerrados (generalmente en jaulas), las hembras pariendo constantemente y sufriendo el arrebato prematuro de sus cachorros para ser vendidos como objetos.

Estos animales, tanto padres como crías, normalmente tienen problemas de salud (debido a las pobres condiciones higiénicas, la deficiente atención veterinaria y la cruza endogámica) y serios problemas de socialización: al ser arrebatados prematuramente de su grupo familiar para pasar a formar parte de un stock, los cachorros pierden tiempo importante de educación de sus madres y de relacionarse saludablemente a través del juego con sus hermanos.

Es triste, pero cierto: el espacio en refugios y perreras es muy limitado. Si ese gato o perro que viste por Internet o visitaste en la perrera no encuentra un hogar pronto, seguramente terminará siendo eliminado por eutanasia. Si bien existen algunas perreras o refugios que lamentablemente no son mayoría sino una selecta minoría.

Cuesta mucho menos adoptar un animal de un refugio que comprarlo de una tienda de animales. Lo que el refugio te cobrará al momento de la adopción incluye la vacación y desparasitación interna y externa del perro o gato.

Los animales son increíbles tanto que se vuelven parte de la vida de cualquier ser humano, el hecho de que no sea fino o de raza no significa que no se quieran igual, aparte son como si fueran personas porque entienden absolutamente todo lo único que les falta es hablar por eso son los mejores amigos de las personas.