El siguiente analiza el panorama actual de la educación, y cómo los Millennials y Centennials influyen en dicho panorama; debido a que son estos los que actualmente hacen parte del proceso de conocimiento.

Para comenzar debemos analizar quienes hacen parte de esta generación. La generación de los Millennials define a los nacidos entre 1981 y 1995 y los Centennials los nacidos a partir del 97, se caracterizan por su amplio conocimiento en las herramientas digitales; debido a su uso desde temprana edad, además de su creatividad, constante búsqueda de conocimiento e inmediatez en sus objetivos en la educación.

Dichas características nos hacen entender que estamos frente a una generación diferente a las que la proceden. Debido a que el uso del internet les ha permitido encontrar información en diferentes fuentes. Lo cual hace que sus proyecciones cambien y no sean iguales unas de otras. Estamos ante una generación segmentada donde no hay un único horizonte al que todos los jóvenes quieran de manera unánime.

Entonces surge una duda. ¿Nos encontramos frente a un modelo educativo que reúna realmente las capacidades de brindarle a sus estudiantes contenido personalizado y efectivo según sus ambiciones; Donde sean ellos los que sean los guías de sus proyecciones académicas que desean y no desean obtener?; Algo de lo que no nos cabe duda es la negativa influencia en la conducta de estos jóvenes por parte de una escuela tradicional que ya no tiene ninguna operatividad. Con el convencimiento que todos deben saber de lo mismo y de todo, que es importante examinar, calificar, castigar, hacer perder el año, dictar clase, enseñar, etc., etc,.

¿que podemos concluir de esto?

Aquí podemos afirmar que la educación actual está enfocada en la educación sistemática de contenidos dirigidas a grandes masas; lo que nos deja una pregunta. ¿Este es el camino por donde las instituciones deben seguir? O ¿por qué no buscar un cambio en la manera tradicional de estas?, muchas veces hemos estado ante jóvenes que sienten que están perdiendo el tiempo en clases que no aportan nada a su carrera profesional; las llamadas “clases de relleno” donde deben ver temas de religión, ciudadanía o temas que  exigen en su currículum. Pero ¿son realmente necesarias? o surgen en base a motivos particulares de estas.

Es claro entonces que el cambio en la educación no debe ser solo desde el punto de vista de la introducción de herramientas digitales, sino también debe haber un cambio en los  diferentes modos de aprender que estas tecnologías pueden llegar a aportar en un mundo cada vez más especializado.

Tokuhama, especialista en capacitación docente y en motivación, suele recordar la historia de Rip van Winkle. Cuenta que un hombre se durmió en el banco de una plaza durante 100 años y, cuando despertó, notó que la mayoría de las cosas que él conocía había cambiado. Observó sorprendido los supermercados, los bancos, los medios de transporte, y cuando llegó a la escuela sonrió. Era lo único que se mantenía intacto.