El champú en seco se puede convertir en nuestra salvación, en primer lugar para ahorrar agua y segundo cuando salimos con afán y no tenemos tiempo de lavar el cabello.

Los errores más comunes que podemos cometer con este producto y que simplemente no nos damos cuenta, te los presentamos a continuación para hacer un esfuerzo consciente y evitarlos:

COLOR:

Un error común puede ser el estar utilizando un champú en seco de un tono diferente. Si tienes el cabello castaño asegúrate no usar uno para cabello claro y comprueba que es tu tono porque si no el resultado podría ser tener una mancha grisácea en el pelo y parecer que una bolsa de harina nos explotó en la cabeza.

Igualmente si eres rubia no utilices tonos oscuros…

CANTIDAD:

Ten cuidado porque el champú en seco no solo elimina la grasa del cuero cabelludo sino que también aportan volumen. El uso excesivo de este producto en una sola aplicación hará que sea de todo menos limpio, así que tómalo con calma.

En caso de que ya hayas aplicado de más, utiliza el secador de pelo a una temperatura no muy caliente para soplar en las partes y disipar el polvo.

PUNTOS DE USO Y DISTANCIA:

Es solo para disimular la grasa del pelo, por ende solo se aplica en el cuero cabelludo; si lo pones en otras partes del pelo no va a funcionar. Ten cuidado con la distancia y evita que te caiga en los ojos. La botella cuenta con las indicaciones de uso por lo que debes ponerle atención y leerlas.

PACIENCIA:

Si bien ya sabemos que nos da volumen no es lo mismo que usar un fijador o laca; tampoco te olvides de cepillar el cabello después de la aplicación para distribuirlo uniformemente.

NO TODOS LOS DÍAS:

De lo contrario puede dañar el pelo pues podría bloquear los folículos pilosos a largo plazo. Es más eficiente si lo usas una o dos veces ¡máximo! entre cada lavada del pelo con champú normal.

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