Cuando te hablamos de entrenamiento cardiovascular, solemos asociarlo al deseo de pérdida de peso. Si es cierto que la práctica habitual de cardio, sea del tipo que sea, incrementaría tu gasto calórico y puede ayudarte a que tu balance energético total sea negativo, llevándote a una pérdida de peso.
Dentro del entrenamiento cardiovascular, existen dos tipos diferenciados y con características y resultados distintos. Te hablamos del HIT o entrenamiento por intervalos de alta densidad, y el LIZZ, o entrenamiento cardiovascular de baja intensidad y larga duración.
Hoy te explicaremos las diferencias de ambos y te contaremos cuándo es más beneficioso utilizar uno del otro.
HIT (High Intensity Interval Training)
Se trata de un entrenamiento de corta duración (alrededor de 20 minutos), y de alta intensidad.
Para realizarlo debes alternar picos cortos de esfuerzo muy alto (Por encima del 90% de nuestra frecuencia cardiaca máxima o FCM), con recuperaciones más largas o un ritmo moderado (alrededor del 60% de tu FCM).
Para poder controlar la intensidad, puedes hacerlo a ojo, aunque es mucho más útil valerte de un pulsómetro.
El HIIT puedes realizarlo en distintos ratios, aunque el más utilizado es el de 1:2, es decir por cada sprit al 90% de tu FCM necesitarás un descanso del doble de tiempo al 60% de tu FCM.
LISS (Low Intensity Steady State)
Se trata de un ejercicio aeróbico de baja intensidad y larga duración en el que te mantendrás siempre al mismo ritmo o al menos tu frecuencia cardiaca variará un poco.
Al tener una intensidad baja, puedes mantener el ejercicio durante más tiempo, una sesión de LISS tiene una duración mínima de 45 minutos, y debes mantenerte en tu zona quema grasas.
El LISS es un tipo de ejercicio ideal para todo tipo de público, tanto para principiantes como para personas que ya llevan tiempo entrenando.
Si estás comenzando, las sesiones de LISS pueden ayudarte a crear una buena base aeróbica; pero si ya tienes experiencia en deportes te irá bien como descanso activo.