Los profesionales dedicados a la docencia, capacitación, formación o servicio al cliente corren el riesgo de lesionar gravemente sus cuerdas vocales. En efecto, la producción de sonidos desgasta e incluso lesiona las cuerdas vocales de quienes deben hablar constantemente y, aun peor, de quienes hablan para públicos amplios sin la ayuda de amplificación.
Los centros de atención fonoaudiológica están saturados de pacientes que presentan diversas lesiones en las cuerdas vocales, quizás las más frecuentes, los nódulos y los pólipos. Estas lesiones se manifiestan como un engrosamiento de las paredes de las cuerdas vocales. Consiste en un grupo de células que no permiten el adecuado funcionamiento de las células del tejido en el que se encuentran. Nódulos y pólipos generalmente son engrosamientos benignos de las paredes de la cuerdas vocales y sin embargo, se diferencian en que los primeros se manifiestan como callosidades mientras que en los segundos, la inflamación se muestra como una ampolla.
Ya sean nódulos o pólipos, se manifiestan en las personas que exigen mucho de sus cuerdas vocales en una ronquera persistente o la incapacidad de pronunciar frases largas sin necesidad de hacer pausas o carraspear. También se experimentan molestias como si hubiera alguna partícula atorada e incluso dolores de cuello o cerca de las orejas.
Una vez aparecen las lesiones, previa revisión médica, se puede considerar la intervención quirúrgica como la terapia adecuada para eliminarlas. Toda acción quirúrgica supone riesgos y de no corregir las causas, se podría incurrir en nuevas lesiones en las cuerdas vocales.
Una acción preventiva para todas las personas que someten sus cuerdas vocales a extenuantes condiciones de trabajo podría recurrir a formarse en técnicas vocales como las que se usan en el canto profesional o para principiantes. Esas técnicas vocales corrigen los errores en el manejo de la respiración y el volumen de la voz. También mejoran la dicción y la postura física.
La práctica frecuente de ejercicios de calentamiento y estiramiento muscular, así como de las técnicas de entrenamiento vocal por parte de profesionales en el tema, músicos y maestros de canto previenen la aparición temprana de lesiones en las cuerdas vocales.