Los alimentos integrales, aunque gozan por norma general de una buena popularidad en la población, por tratarse de alimentos que son más sanos, no es algo en lo que se repare a investigar, ya que son las campañas publicitarias de determinados productos lo que nos hace asociar integral a light.
Aunque no es del todo cierta ésa analogía, no vamos a negar que el consumo de alimentos integrales es mejor de lo que podamos imaginar en comparación a las no integrales.
CONOCIENDO MÁS A FONDO LOS ALIMENTOS INTEGRALES.
La mayoría de alimentos integrales, tienen casi la misma cantidad de calorías que las refinadas, pero mucha más fibra, vitaminas y minerales.
El índice glucémico es inferior, suministrado a tu cuerpo de forma más lenta tu energía, si energía lentamente, sin llegar a crearte picos de insulina.
ANÁLISIS.
A continuación podemos comprobar un detallado análisis de un producto Bimbo, el de la rebanada de doble fibra.
Podremos ver cómo el producto aparenta ser integral y sano, pero la realidad muestra algo diferente ya que se trata de pan blanco de harina refinada, pintado de marrón, con jarabe de maíz de alta fructosa, salvado de trigo y harina de avena,
Contiene el equivalente a una cucharada de azúcar por cada dos rebanadas, sal añadida, e ingredientes incluso peores.
DETALLES.
Queremos ilustrarte, que aunque se revistan con la apariencia de ser alimentos sanos con la etiqueta de integral, sus componentes principales siguen siendo harinas refinadas.
Es importante que leas las etiquetas detrás de los envases, en lugar de la publicidad que aparece en el dorso delantero, pues no deja de ser publicidad que busca captarte.
La trampa se extiende a casi todos los productos que puedas encontrar en cualquier superficie comercial de venta de alimentos.
CONCLUSIÓN.
Los alimentos integrales son una alternativa increíblemente buena para incluir productos de alta calidad orgánica a tu dieta.
Pero ojo, que no es oro todo lo que reluce, y debes estar atento/a para no caer en los ardides comerciales de la publicidad empresarial.