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Mientras que algunas personas persiguen la iniciativa empresarial por la promesa de la riqueza o el liderazgo, otros están más interesados en el viaje de crear y cultivar algo. De cualquier manera, ciertas realizaciones sobre la vida, la gestión y los negocios vienen con el tiempo y la dedicación.
Después de algunos años de la iniciativa empresarial, independientemente de si usted se convierte en rico o exitoso, usted camina lejos con la “riqueza” de la experiencia y el conocimiento que se puede utilizar en las empresas futuras, nuevos puestos de trabajo o la vida en general.
Estas son las diez satisfacciones que todo emprendedor puede llegar a alcanzar.
- Tomar una decisión es siempre mejor que evitar una.
Cuando una decisión tiene consecuencias potencialmente nocivas, es fácil dejarse intimidar, y posiblemente paralizarse por la elección. Empresarios experimentados con el tiempo se dan cuenta de que en estos casos, toma una decisión, incluso una mala, es mejor que no tomar ninguna decisión en absoluto, ya que la acción es siempre mejor que la inacción.
- El miedo al riesgo es exagerada.
La incorporación de la percepción del riesgo en su toma de decisiones es vital, ya que ayuda a entender las posibilidades de cada opción potencial. Sin embargo, el “riesgo” en general no es algo que temer, y después de la toma de decisiones arriesgadas suficientes, cada empresario aprende esto. El riesgo es una complicación de una oportunidad, e incluso si las cosas van mal, hay casi siempre una oportunidad de compensarlo.
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- No se puede controlar todo.
Como empresario, usted es el jefe que toma las decisiones, y tendrá mucho más bajo su control de lo que tenía en su trabajo anterior. Sin embargo, el control es en parte de una ilusión; usted puede controlar sólo en cierta parte su negocio. El resto es el producto de la casualidad o factores fuera de su control aleatorio. Cómo reaccionar ante esos acontecimientos imprevistos dictará su éxito final.
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- El trabajo es la vida, y la vida es trabajo.
La línea entre “trabajo” y la vida “se vuelve borrosa cuando usted es un empresario, y la conciliación de la vida se hace difícil, si no imposible. Su negocio se convertirá en una parte integral de su vida, y el trabajo empezará a filtrarse en zonas que nunca pensó que podría. La cosa es que no le importará, porque el trabajo no se sentirá como un trabajo más. Se convierte en una parte de usted.
- Los datos que obtiene sólo con el tiempo.
Al empezar a cabo, puede insistir en el uso de datos para respaldar todas sus opciones en la toma de sus decisiones. Esta es una buena cosa, por lo general, pero en muchos casos usted no va a contar con estos datos. Va a tener que utilizar el razonamiento emocional y confiar en sus instintos un poco.
- Usted no es el mejor en todo.
Usted puede estar a cargo de toda la operación, pero eso no significa que lo sabe todo acerca de todos sus departamentos. Lo mejor es contratar a personas que son mejores que usted; por ejemplo, usted debe contratar a un asesor financiero con experiencia para dirigir su departamento de contabilidad. Encuentre las personas que son mejores en las habilidades que a usted le faltan. Rodéese de ellos.
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- Las ideas rara vez salen como fueron concebidas.
Las ideas son las que impulsan los negocios hacia adelante, pero las grandes ideas por sí solas no son todo. El hecho de que se cocina algo en su cabeza no significa que va a salir de la manera en que se imaginaba. Las ideas son frágiles, y las variables imprevistas pueden impedir su aplicación. Los mejores empresarios se dan cuenta de esto, y trabajar en torno a esos obstáculos lo fortalecen como emprendedor.
- La motivación es todo.
Esta toma de conciencia se aplica al fundador tanto como a los miembros del equipo. Si está motivado para resolver un problema, no hay nada que pueda detenerlo; si su equipo está motivado para resolver un problema, van a resolverlo. La clave está en encontrar esa motivación, y tomar medidas cuando las soluciones iniciales no funcionan.
- Los errores en general no son un gran problema.
Cuando se inicia como empresario, es posible que se sienta intimidado ante la idea de cometer un error, después de todo, por pequeño que sea tiene el potencial de interrumpir o poner en peligro su negocio, ¿verdad? Sin embargo, la mayoría de los empresarios con el tiempo se dan cuenta de que los errores no son generalmente tan grandes. En cambio, están las oportunidades de aprendizaje que impliquen breves, reveses conquistables.
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- Hay casi siempre más posibilidades.
No importa cuántas veces usted hace una mala decisión, meta la pata o deje que las cosas se vayan al infierno, casi siempre tendrá más posibilidades como empresario. Usted puede tomar nuevos caminos y reunir nuevas oportunidades, y si las cosas se ponen realmente mal, puede iniciar una nueva empresa.
Una cosa es leer estas realizaciones en una pantalla, y otra cosa es aprenderlas de primera mano. Se puede caminar lejos de este artículo con un poco más de conocimiento y perspicacia a la trayectoria empresarial, pero si usted realmente desea beneficiarse de estas satisfacciones, tendrá que experimentar por usted mismo la aventura que significa ser un emprendedor.
Si usted siente la llamada de la iniciativa empresarial, no deje que sus temores o inhibiciones le impidan perseguir sus metas. Arriésguese y disfrute del proceso.