La crisis mundial se ha convertido en una oportunidad de entretenimiento y aprendizaje, aquí encontrarás todo lo que debes saber sobre esta reinvención.
Cuando inició el 2020 nadie esperaba el caos, luego de un par de meses, el famoso COVID-19 y los estragos que estaba causando se apoderó de cada primicia a nivel mundial. La ciudadanía entró en alerta, y, las autoridades competentes ordenaron confinamiento. Al principio, el encierro se convirtió en un sin número de posibilidades; sin embargo, con el paso del tiempo se presentó uno que otro obstáculo. En la internet, las personas empezaron a encontrar un resguardo, y, gracias a la multiplicidad de herramientas que ofrece, la mayoría pudo centrarse en el ocio, entretenimiento y aprendizaje.
Los días se convirtieron en tertulias, noches de cine, tardes de debates, juegos de mesa, e, incluso, en pequeñas distracciones a través de juegos online como Parchís, aún así, la preocupación no dejó de existir, algunos estaban sumergidos en la ansiedad del encierro, otros, más bien, en la de la soledad. Sin tener idea de lo que se aproximaba las aplicaciones de videollamada, videoconferencia o video chat, según se le quiera llamar, entraron en BOOM.
Por ejemplo:
“Desde que se implementó el teletrabajo en miles de empresas en el mundo, debido al aislamiento social que busca frenar el brote del nuevo coronavirus, la demanda de las aplicaciones de videoconferencias aumentó considerablemente tanto para uso personal como para uso comercial. (…) Durante la semana récord en descargas, Zoom se descargó 14 veces más que en el promedio semanal del cuarto trimestre de 2019 en EE. UU., más de 20 veces en el Reino Unido, 22 veces más en Francia, 17 veces más en Alemania, 27 veces más en España y 55 veces más en Italia.” (El Tiempo, 2020)
Es decir, a raíz del confinamiento, las personas encontraron nuevas formas de relacionamiento, y, no está mal, de hecho, en la actualidad se habla de una sociedad interconectada que ha roto con la barrera espacio-tiempo.
Esto no termina aquí, además de permitir reuniones entre grupos sociales, aplicaciones cómo Google Meet, Google Hangouts, Zoom, Duo, FaceTime (IOS), e incluso, Whatsapp o Facebook Messenger, permitieron romper la barrera de silencio en el campo laboral y educativo. Estas herramientas se convirtieron en los nuevos espacios de socialización, entretenimiento, pero, también, de aprendizaje. Es importante tener en cuenta que, aunque la educación se vio directamente afectada por la pandemia, encontró canales para prevalecer, eso sí, no son los únicos.
El sector educativo siempre ha demostrado innovación y largo alcance, con el nacimiento de las nuevas tecnologías, el conocimiento se está democratizando; es decir, existe una difusión universal del mismo, todos hacen parte de él y son partícipes dentro del mismo. En tiempo de pandemia las elearning lograron posicionarse, además de capacitar e incentivar a millones de personas a hacer parte de ellas.
Hoy, a pesar de la crisis, las personas intentan retomar nuevas normalidades en teletrabajo, clases virtuales y cuadrando una que otra charla virtual con su grupo de amigos, esto, gracias a las diversas aplicaciones y plataformas que ofrece la red. Las herramientas son infinitas, y los procesos de aprendizaje también, por eso, es necesario no saturarse, pero si, no se desaprovechar el tiempo.
Aquí no estamos diciendo que tu tiempo no es valioso, pero si… que no se, ¿quizá inscribirte a un curso de trabajo en equipo?, o…, ¿un curso de dinámica del cambio?, puede ser la distracción perfecta en tiempo de pandemia, y, ¿quién sabe?, tal vez te sirva para toda tu vida.